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Crucigrama
Luego lee el siguiente relato sobre Daniel
Cuando el rey Nabucodonosor tomó Jerusalén, a Daniel lo llevaron encadenado a la gran ciudad de Babilonia en donde estuvo preso durante muchos años. Sin embargo, Daniel nunca se olvidó de Dios. Oraba cada día y su comportamiento era correcto.
Daniel se hizo famoso porque Dios le había concedido un don especial para entender los sueños, y Dios lo utilizó para interpretar los sueños de los reyes de Babilonia. Cada uno de estos reyes recompensó a joven, y llegó un día en que Daniel se convirtió en una persona muy importante de la corte del rey.
Mas tarde, los persas conquistaron Babilonia. El nuevo rey era Darío quien comenzó a llamar a Daniel siempre que necesitaba consejo. Daniel era tan inteligente y tan sabio que el rey Darío decidió colocarlo al frente de todo su reino.
Cuando los demás consejeros del rey comprobaron que Darío favorecía tanto a Daniel, se enfurecieron y sintieron celos. Estos hombres tramaron un plan para deshacerse de Daniel, le tenderían una trampa. Daniel oraba tres veces al día, y lo hacía con la ventana de su habitación abierta. Decidieron denunciar el comportamiento de Daniel, estaban seguros que eliminarían a Daniel de su posición y que acabarían con su vida, para ello tramaron un gran engaño.
Formaron una comisión para ir a hablar con el rey, y estando en su presencia le dijeron: ¡Que viva para siempre Su Majestad, el rey Darío! Nosotros queremos honrarte. Su Majestad debiera emitir y confirmar un decreto que exija que, durante los próximos treinta días, sea arrojado al foso de los leones todo el que adore a cualquier dios u hombre que no sea Su Majestad.
Expida usted ahora ese decreto y póngalo por escrito, así no podrá ser revocado. Al rey le pareció bien, pensó que eso lo haría como un Dios.
El rey Darío expidió el decreto y lo puso por escrito, pero no sabía que había sido utilizado por los enemigos de Daniel para hacerle caer en una trampa.
Al día siguiente Daniel oró a Dios como cada día lo hacía. Daniel sabía que Dios es el único Dios verdadero. Pero los consejeros del rey vieron por la ventana como Daniel se arrodillaba y oraba a Dios. Al verlo, fueron rápidamente a ver al rey Darío para acusar a Daniel y recordarle el decreto.
El rey estaba muy triste. El no quería arrojar a Daniel a la fosa de leones. Pero había firmado el decreto y no lo podía cambiar.
El rey mando traer a Daniel a su presencia y le dijo con profunda tristeza: ¡Que tu Dios, a quien siempre sirves, se digne salvarte!o
Daniel fue arrojado a la fosa de leones. Llevaron una piedra, y con ella taparon la entrada al foso. Los leones estaban hambrientos, pero Dios envió a su ángel y les cerró la boca.
Tan pronto como amaneció, el rey se levantó y fue al foso de los leones. Tenía la esperanza de que Dios hubiera salvado a Daniel. Ya cerca, lleno de ansiedad gritó: Daniel, siervo del Dios viviente, ¿pudo tu Dios, a quien siempre sirves, salvarte de los leones?
¡Que viva Su Majestad por siempre! contestó Daniel desde el foso. Mi Dios envió a su ángel y les cerró la boca a los leones. No me han hecho ningún daño, porque Dios bien sabe que soy inocente. ¡Tampoco he cometido nada malo contra Su Majestad!
Sin ocultar su alegría, el rey ordenó que sacaran del foso a Daniel. El rey Darío publicó un nuevo decreto —en todo lugar de mi reino la gente debe adorar y honrar al Dios de Daniel.
Dios salvó la vida de Daniel y todos supieron que Dios es el Dios verdadero.